Los países europeos que atraviesan por una ola de calor fuerte, que ya ha causado la muerte de cientos de personas, ahora no solo tiene que preocuparse por esta, sino también por la sequía que ha dejado ya varias zonas de Francia y España sin agua.
En Francia al menos 100 municipios se han quedado sin agua potable, por lo que el gobierno de ese país declaró que enfrentan la peor sequía registrada.
Según el ministro de Transición Ecológica, Christophe Béchu, un comité de crisis coordina los esfuerzos para llevar agua a esas zonas en las que “no queda nada en las tuberías”.
En 93 regiones se ha restringido el uso del agua está restringido y se espera que la sequía continúe al menos durante las próximas dos semanas.
De acuerdo al servicio meteorológico nacional de Francia, Meteo-France, en julio sólo llovió en el país 9,7 mm, lo que supone el mes más seco desde marzo de 1961.
La oficina de la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, hizo un llamamiento a los ciudadanos para que preserven el agua y describió las condiciones actuales como un desastre para los agricultores y para los ecosistemas y la biodiversidad.
Por su parte en España, los medios locales han informado que varias comunidades y ayuntamientos como Galicia, Cataluña y Andalucía, se vieron obligadas a imponer restricciones en el consumo de agua, debido a la ausencia de lluvias y a las altas temperaturas.
Entre las medidas adoptadas por las autoridades de estas zonas se encuentran corte de suministro nocturno, cierre de duchas en las playas y prohibición de regar, llenar piscinas y lavar los carros.
“Los embalses en España cierran julio con el volumen de agua para consumo al 37,9%, su nivel más bajo en una década”, informó un medio local en España.
Con información de Nota de Prensa