Cada 21 de diciembre, se conmemora el Espíritu de la Navidad, este coincide con el solsticio de invierno en el hemisferio norte y el solsticio de verano en el sur. Con esta festividad se promueve la espiritualidad personal y familiar.
Para los venezolanos, es una energía proveniente del centro del sistema estelar, que cada año trae consigo paz, amor, armonía y prosperidad. Dicha celebración tuvo origen en tierras nórdicas, donde se brinda la oportunidad de agradecer por los logros obtenidos en el año.
Es un momento especial para hacer peticiones o para agradecer lo que tenemos, pues según esta celebración el Espíritu de la Navidad obsequia a esas personas que practican la tradición con amor, paz y buenas voluntades.
El Espíritu de la Navidad, como su nombre lo indica, tiene un matiz espiritual más que material. Es por ello que lo más importante que se pide en la carta de deseos gira en torno a esas pequeñas cosas intangibles que llevan a la felicidad plena.
Los deseos se redactan comenzando por las peticiones generales hasta llegar a lo individual. Por ejemplo, se inicia pidiendo por la humanidad, luego por el país, siguen los grupos familiares y de amigos y, por último, solicitudes personales.
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