Una de las celebraciones más icónicas de las festividades cristianas es el Día de Reyes, tiene su origen en la región de Belén, Judea en Israel. Según el evangelio de Mateo, en la Biblia, tras el nacimiento de Jesús de Nazaret, acudieron desde Oriente unos magos para rendirle homenaje al recién nacido y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.
Un lucero en el cielo fue la guía para que los magos llegaran al ´Salvador del Mundo’. Escudriñando en las Escrituras, los magos dijeron “y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá, porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel”, indica el libro de Mateo 2:5-6, cumpliéndose las profecías descritas en el texto santo.
Más de 2 mil años después, la humanidad conmemora este hecho histórico, aunque con tradiciones modernas se celebra con obsequios a los niños de los denominados “Reyes Magos”, entre otras tradiciones, sin embargo, el mejor regalo de Reyes es la sonrisa de la gente.
¡Feliz Día de Reyes!
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