El cantante Ignacio Mendoza, mejor conocido como Nacho, hizo presencia en un acto para los niños oncológicos y compartió un rato especial con ellos.
Con la colaboración de la Fundación de Madres y Padres Oncológicos Unidos (Fundamapou) y una reconocida ferretería de la ciudad, hicieron posible este hermoso momento para los niños que pasaron una mañana llena de juegos y palabras positivas llenas de fe que en medio de la adversidad hacen el acompañamiento asertivo en estas circunstancias.
Asimismo, la presidenta de Fundamapou, Yeslany Dávila, expresó que los niños en este proceso no están solos, ya que siempre hay ángeles terrenales que se suman para ayudar con medicamentos, insumos y apoyo emocional ante estos casos.
Por otro lado, la madre Eliana Madueño de unos de los pacientes de la fundación, Renny Valbuena, resaltó que su pequeño ha cumplido uno de sus sueños, primeramente lograr su salida del tratamiento ante el cáncer y hoy día conocer al artista.
“Nacho alegró a los niños”
El artista Nacho detalló que no solo es un insumo, ni un calmante para quitar alguna dolencia, sino es lo que verdaderamente en muchas ocasiones necesita el ser humano para sanar; que es el amor en familia y esa complicidad en el hogar que debe prevalecer siempre, para liberar cualquier enfermedad, desamor, decepción, tristeza que se pueda pasar, porque la vida al fin y al cabo está llena de qmomentos de alegrías y tristezas; y es el ser humano el que va a soltar lo que no le pertenece, desde el mismo momento que decide ser feliz.
Recalcó que existen varios proyectos en el ámbito social en el cual se involucra con ganas de ayudar al más necesitado, debido a que en medio de cualquier tipo de situación que enfrenta una nación, siempre está la fuerza del hombre por salir adelante.
Cabe destacar que una de las frases motivacionales impulsadas desde el proyecto: Sábados con Fundamapou refiere un testimonio, en el que los padres de los pacientes con cáncer incentivan a las familias resilientes que apenas van entrando en el proceso de aceptar esta realidad un poco penosa, pero llena al mismo tiempo de saberes y aprendizajes, es ir sencillamente del “Diagnóstico al Milagro”, que sólo les hace crecer desde el amor y la integralidad del ser humano.
Con información de Nota de Prensa