La ciudad de Ankara, ubicada en Turquía, ha demostrado ser un referente en cuanto a la reutilización de objetos se refiere. Los trabajadores municipales del aseo han puesto en marcha una iniciativa única en su tipo creando una biblioteca con libros rescatados de la basura.
Todo comenzó cuando Serhat, un joven de 32 años, quien era recolector de desechos se topó con una vieja fábrica de ladrillos y decidió convertirla en una biblioteca. El joven siempre había soñado con tener su propia biblioteca y decidió aprovechar las obras abandonadas que encontraba en su trabajo para hacer realidad su sueño.
Con el apoyo de sus compañeros, Serhat logró acondicionar el espacio y en poco tiempo lograron ingresar al menos tres mil 500 ejemplares que habían sido desechados por sus dueños.
Sin embargo, la noticia de esta iniciativa se propagó rápidamente y los ciudadanos de Ankara comenzaron a donar libros que tampoco querían conservar, creando así una sólida colección de más de seis mil obras literarias de diversos géneros para el año 2020.
En un principio, la biblioteca era solo para uso de los trabajadores y sus familias, pero el interés de la comunidad no se hizo esperar. La demanda de acceso creció tanto que en 2017 se decidió abrir el espacio al público en general. Para garantizar una experiencia de lectura adecuada, se crearon dos secciones específicas: una zona infantil y una sección de material de investigación científica.
Con información de Nota de Prensa
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