Miles de agricultores franceses cumplen tercer día de lo que han denominado como “Asedio de París”, se trata de una protesta masiva en la que han confluido las manifestaciones que estallaron hace casi dos semanas para llamar la atención de las autoridades galas y de UE por los altos precios de los combustibles y de la energía, las estrictas normas ambientales comunitarias y la competencia de los productos de terceros países.
Para este miércoles el sector agricultura protagonizó numerosos bloqueos en varias grandes ciudades y carreteras principales en Francia, a pesar de que este martes el primer ministro francés, Gabriel Attal, anunciara nuevas medidas de ayuda al sector agrario, entre ellas una asistencia monetaria de emergencia a los productores agrícolas, controles sobre alimentos importados, así como multas a los minoristas de alimentos que no cumplan con una norma que garantiza una parte justa de los ingresos para los agricultores.
Mientras que los agricultores franceses esperan que las autoridades pasen a la acción, sus tractores se acercan a la capital y al mercado mayorista de Rungis, localizado en su suburbio, que, junto con los aeropuertos parisinos, representan las ‘líneas rojas’ que no deben ser cruzadas por los trabajadores agrícolas, según ha declarado a France 2 este miércoles el ministro del Interior de Francia, Gérald Darmanin, que ha advertido que el Ejecutivo «no permitirá que esto suceda», refiere el portal RT.
Darmanin recalcó que “los agricultores no son delincuentes” y reconoció que, por el momento, «respetan las normas que se les imponen», por lo que «no se trata de evacuarlos» de las carreteras.
Con información de RT
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