Cientos de Medusas, mejor conocidas como “aguamalas” o “aguasvivas” han invadido las costas venezolanas.
Como si de una película de ciencia ficción se tratara, grandes grupos de estos invertebrados cuyos colores varían entre marrón, amarillo, azul o púrpura, han aparecido flotando entre las aguas turquesa del estado Aragua, al centro-norte de Venezuela, en una escena recreando tan surrealista, que parece digna de un documental sobre vida marina.
La misma escena se repite en todo el litoral venezolano, pues la misma situación se reporta en estados como La Guaira, Carabobo, Falcón y Zulia.
La medusa bola de cañón (Stomolophus meleagris), comúnmente se observa en el país, entre los meses de enero y mayo, puede encontrarse actualmente, en tal cantidad, ya que las redes pesqueras salen rebosantes de estas criaturas de forma esférica.
Aunque esta especie no representa un peligro directo para los humanos, si puede ser ligeramente tóxica al contacto con la piel, por lo que se recomienda evitar su contacto y manipulación.
El ministerio de Ecosocialismo indica que, aunque se desconocen las causas exactas, el «brote» podría deberse, entre otras causas, a variaciones en las temperaturas marinas.
También podría ser causado en parte, por un descenso en el número de sus depredadores, tales como como tiburones y tortugas marinas, entre otros.
De igual manera, el ente señala que es posible que un incremento en la disponibilidad de alimentos para esta especie, derivado del aporte de aguas industriales y domésticas no tratadas, o hidrocarburos, esté contribuyendo al incremento de su población en aguas venezolanas.
No obstante, el mayor peligro de esta “invasión”, está en el factor económico, ya que actualmente, el número de medusas está afectando negativamente a la actividad pesquera en la región costera y de extenderse el fenómeno, también afectará a la actividad turística.
En este sentido, Douglas Martínez, comerciante y pescador de 44 años de edad, indica que, por ejemplo, En Chuao pasaron de pescar entre 3.000 y 5.000 kilos semanalmente, a sacar un estimado de entre 500 y 1.000 kilos por semana; asegurando que, “con las medusas viene empeorando la pesca”.
Por su parte, Joxmer Scott Frías, profesor e investigador del Instituto de Zoología y Ecología Tropical de la Universidad Central de Venezuela (UCV), señala que esto se trata de “un evento atípico, es anómalo por completo”.
Al tiempo que indica: “En años anteriores se ha observado unos cuantos individuos. Sin embargo, el incremento de la población este año se ha salido de las estimaciones”.
Los pescadores afectados solicitan que se considere casos como el de México, que aprovecha comercialmente esta medusa, desde hace más de 20 años, exportándola a países asiáticos para usos gastronomicos y farmacéuticos.
Con información de Nota de Prensa
Fotos Cortesía