En un día marcado por la tristeza y el recogimiento, la comunidad católica de Venezuela despide a uno de sus más destacados líderes espirituales, Monseñor Roberto Lückert León, arzobispo emérito de Coro y prominente figura de la Conferencia Episcopal Venezolana, ha fallecido este domingo tras una valiente lucha contra complicaciones de salud, relacionadas con el Covid-19.
Monseñor Lückert, de 85 años, había sido hospitalizado desde el pasado 28 de mayo en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Madre Rafols, en Maracaibo. Su condición se agravó debido a “complicaciones cardíacas y respiratorias” que requirieron el uso de “un respirador artificial”, según informaron fuentes cercanas a la familia.
El arzobispo emérito enfrentó numerosos desafíos de salud en los últimos años; en 2022, se sometió a una cirugía para una angioplastia coronaria y la colocación de un stent, además, sufrió un accidente cerebrovascular ese mismo año; a finales de 2023, fue ingresado nuevamente en cuidados intensivos por una infección respiratoria, desde ese momento, sus seres queridos iniciaron una campaña de recaudación para su recuperación.
La vida de Monseñor Lückert estuvo marcada por su dedicación al servicio eclesiástico y su compromiso con la fe católica desde su nacimiento en Maracaibo el 09 de diciembre de 1939, ordenado sacerdote en 1966, su carrera estuvo llena de logros significativos dentro de la Iglesia venezolana: Fue vicario, párroco y fundador de parroquias antes de ser nombrado obispo y luego arzobispo por Juan Pablo II.
Su legado se extiende más allá de sus deberes eclesiásticos; Monseñor Lückert fue un hombre de “verbo encendido”, conocido tanto por su difusión del evangelio como por su claridad política, su partida deja un hueco profundo en el corazón de la feligresía que hoy lamenta su ausencia y eleva oraciones por su descanso eterno.
Con información de Nota de prensa
Foto Cortesia