19 de septiembre de 2024

Rusia y China intensifican ejercicios militares en el Extremo Oriente, reforzando la cooperación estratégica

En un contexto de creciente tensión geopolítica, Rusia ha iniciado sus maniobras militares bajo el nombre de Ocean 2024, llevando a cabo una serie de ejercicios conjuntos con China en las aguas de Japón y el mar de Ojotsk, este despliegue de fuerza tiene como objetivo fortalecer “el nivel de coordinación estratégica entre sus fuerzas armadas”, según fuentes oficiales de Moscú.

Los ejercicios se desarrollan en una amplia gama de escenarios, que incluyen el Mar Mediterráneo, el Mar Caspio, así como los Océanos Pacífico y Ártico, abarcando zonas de interés estratégico para ambas potencias, se estima que cerca de 90 mil soldados están involucrados en estas prácticas, que incorporan una impresionante flota de 400 buques de guerra y submarinos, 120 aviones y helicópteros, además de 7 mil unidades de armamento.

Este esfuerzo conjunto refuerza la intención de Moscú y Pekín de aumentar “su capacidad para responder conjuntamente a las amenazas de la seguridad” en sus áreas de interés; en un desarrollo relacionado, el diplomático chino Wang Yi se prepara para viajar a Rusia entre el 11 y 12 de septiembre, donde participará en una reunión enfocada en temas de seguridad dentro del marco de los BRICS, lo que pone de manifiesto la sinergia entre ambas naciones en el ámbito internacional.

Más allá de estos ejercicios militares, Rusia y China han puesto sus miradas en África, el continente que han identificado como una prioridad para su colaboración en los sectores empresarial y comercial, recientemente, el presidente chino, Xi Jinping, destacó la importancia de fortalecer relaciones con la región, mientras que el Kremlin también ha centrado su atención en el Sahel y África Central, donde diversas organizaciones rusas están activas, brindando apoyo militar que abarca desde material hasta formación y asesoría para los ejércitos de casi 40 países africanos.

Estos movimientos estratégicos sin duda marcarán el rumbo de las relaciones internacionales en un mundo cada vez más polarizado, donde China y Rusia parecen fijar su mirada no solo en el fortalecimiento militar, sino también en la influencia económica y política a través del vasto continente africano.

Con información de Nota de Prensa

Foto Cortesía

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