Una nueva tradición ha florecido en las redes sociales, y no es más que regalar flores amarillas un día como hoy, esta costumbre, que ha ganado popularidad en los últimos años, y que algunos atribuyen a la serie argentina «Floricienta», es necesario resaltar que su verdadero origen viene del renacimiento de la naturaleza tras el invierno, y aunque la fecha exacta del equinoccio de primavera en el hemisferio sur puede variar entre el 21 y el 23 de septiembre por factores astronómicos, por lo general ocurre el 21 de septiembre.
Asímismo, la serie juvenil “Floricienta”, estrenada en 2004, ha sido la inspiración detrás de esta tendencia, cuando en uno de sus episodios más recordados, el personaje de Franco Fritzenwalden le regala a Floricienta un ramo de flores amarillas como símbolo de su amor y para celebrar la llegada de la primavera, acompañada de la emblemática canción «Flores Amarillas», esta escena se convirtió en un momento icónico de la televisión y quedó grabada en la memoria de millones de espectadores. La letra de la canción, que habla de un amor joven y puro, refuerza el significado de las flores amarillas como símbolo de esperanza y nuevos comienzos.
Gracias a la viralidad de TikTok y otras plataformas sociales, esta tradición se ha revitalizado en los últimos años, jóvenes de todo el mundo han adoptado la costumbre de regalar flores amarillas el 21 de septiembre, convirtiéndola en un fenómeno global.
Este año, con el regreso de Florencia Bertotti a la pantalla chica y el estreno de la serie «Margarita», que continúa la historia de Floricienta, la popularidad de las flores amarillas se ha intensificado aún más.
Un símbolo de amor y esperanza
Más allá de una serie televisiva y las redes sociales, las personas aprovechan de lo positivo en esta fecha, por lo que regalar flores amarillas se ha convertido en un gesto romántico y significativo, que representa la alegría, la amistad y el amor, además, está asociado con la llegada de la primavera, una estación que simboliza el renacimiento, renovación, prosperidad y buenos tiempos, no solo para quién la regala sino también para quién la recibe. ¿Y tú ya regalaste flores amarillas?
Isbmar Márquez / Notiprensa Digital
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