En horas de la tarde de este miércoles, los barquisimetanos fueron sorprendidos por un intempestivo aguacero que, acompañado de vientos huracanados y relámpagos, desató el caos entre los ciudadanos; el fenómeno meteorológico, que algunos han atribuido al conocido “Cordonazo de San Francisco”, llegó después de una jornada marcada por el calor sofocante que ha caracterizado a la región en los últimos días.
El pronóstico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMEH) anunciaba lluvias en la zona central del país para la tarde, pero la magnitud de la tormenta sorprendió a muchos, la situación se tornó crítica en localidades como Carora, donde en la noche anterior se reportaron precipitaciones intensas acompañadas de vientos que hicieron sentir el impacto en comunidades cercanas.
Recientemente, la repentina caída de granizo en Barquisimeto dejó a los lugareños en estado de alerta, con calles inundadas y múltiples árboles caídos en lugares como la avenida Pedro León Torres, la Carrera 17 esquina de la calle 26, el Mercado San Juan y otros puntos de la ciudad, interrumpiendo el tráfico por varios momentos.
Las zonas más afectadas han sufrido cortes de luz y caídas de tensión en el fluido eléctrico, tras reportarse un fuerte bajón al inicio de la tarde, complicando aún más el panorama para los habitantes de la capital larense; sectores tan distantes entre sí como El Cercado, la Villa Crepuscular y Tarabana 3 en Cabudare, se encuentran aún sin servicio eléctrico.
En algunos sectores, el agua ha comenzado a correr por las calles he inundado las principales arterias viales, como la Av. Ribereña, todo ello sumado a las preocupaciones de los residentes.
La comunidad se encuentra en estado de alerta ante la posibilidad de que las inclemencias continúen. “Esperamos que se normalice la situación”, comentó un vecino de la carrera 17 con calle 26, mientras el cielo seguía cubierto y la lluvia no cesaba.
La ciudad y sus habitantes aguardan también la respuesta de las autoridades locales ante el escenario que presenta este inesperado fenómeno, que ha convertido una tarde de calor en un vendaval de waterpolo.
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Con información de Nota de Prensa
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