En un clima electoral que promete ser agitado, los últimos sondeos han revelado que la competencia por la presidencia de Estados Unidos entre el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris se encuentra en un “empate virtual”. Según la prestigiosa plataforma de pronósticos Metaculus y el modelo de encuestas de The Economist, los porcentajes indican una estrecha contienda, con Trump avanzando de un 45% a un 46% en las últimas semanas.
A pesar de este leve ascenso, el apoyo hacia Harris ha decrecido, lo que ha llevado a una situación de incertidumbre entre ambos candidatos, lo que verdaderamente se juega aquí es la asignación de los vitales 270 delegados que garantizan el acceso a la Casa Blanca, en un juego donde los votos de ciertos estados son cruciales.
Los denominados “Estados bisagra”, que en total suman 93 delegados, se han convertido en el centro de atención. Michigan, Wisconsin, Nevada, Pensilvania, Arizona, Georgia y Carolina del Norte son algunos de los territorios donde la balanza puede inclinarse hacia uno u otro lado; Harris cuenta con un respaldo en cuatro de estas regiones, lo que podría acercarla a los anhelados 270 votos necesarios. sin embargo, Trump también presenta una sólida posición en estados clave como Arizona y Georgia, creando un marco de batalla electoral en el que cada voto cuenta.
Con las elecciones programadas para noviembre, el derrotero electoral se anticipa tenso y lleno de sorpresas, mientras ambos candidatos luchan por atraer a un electorado cada vez más polarizado y dividido, las miradas están puestas en los próximos meses, donde el desenlace de esta lucha por la presidencia promete ser tan fascinante como incierto.
Con información de Nota de Prensa
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