Caroline Cray, una joven de 25 años, lucha cada día contra una enfermedad que limita casi todos los aspectos de su vida. El Síndrome de Activación de Mastocitos (MCAS), un trastorno extremadamente raro, hace que su cuerpo reaccione de manera exagerada a una amplia variedad de estímulos, desde alimentos hasta simples olores.
La vida de Caroline está marcada por restricciones severas, una simple acción como un beso puede desencadenar una reacción alérgica potencialmente mortal si su pareja ha consumido alguno de los seis alimentos a los que es anafiláctica maní, nueces, sésamo, mostaza, mariscos o kiwi. Su dieta se limita a apenas dos alimentos: avena y una fórmula nutricional especializada.
“Para besarme, la persona no puede haber comido nada en las tres horas anteriores”, explica Caroline. “Deben evitar completamente mis alérgenos durante al menos 24 horas antes y asegurarse de no tener residuos de alimentos peligrosos para mí”. Estas son solo algunas de las estrictas normas que debe seguir para poder tener una vida amorosa.
El Síndrome de Activación de Mastocitos: una enfermedad poco conocida
El MCAS afecta a una de cada 150,000 personas en todo el mundo. Esta condición se caracteriza por la liberación descontrolada de sustancias químicas que provocan inflamación y síntomas alérgicos severos. Los pacientes pueden experimentar desde erupciones cutáneas y dificultad para respirar hasta anafilaxia.
Con información de Nota de Prensa
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