El Papa Francisco, en la última misa del año celebrada en la Basílica de San Pedro del Vaticano, hizo un llamado a la fraternidad humana como fundamento de la esperanza en un mundo cada vez más dividido. El pontífice instó a la humanidad a superar las diferencias y construir un futuro basado en la solidaridad y el respeto mutuo.
«Sí, la esperanza del mundo está en la fraternidad», dijo el papa en las primeras vísperas de la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, un acto solemne en el que se entona un ‘Te Deum’ de agradecimiento por la conclusión del año.
«¿La esperanza de una humanidad fraterna es sólo un eslogan retórico o tiene una base sólida sobre la que construir algo estable y duradero?», se preguntó el pontífice.
Según remarcó Francisco, «la respuesta la da la Santa Madre de Dios mostrándonos a Jesús».
«La esperanza de un mundo fraterno no es una ideología, no es un sistema económico, no es el progreso tecnológico», sino que se trata del «hijo encarnado, enviado por el Padre para que todos podamos convertirnos en lo que somos: hijos del Padre que está en los cielos, y por lo tanto, hermanos y hermanas entre nosotros», declaró el papa.
Con información de Nota de Prensa
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