El presidente electo de la República Nicolás Maduro, reafirmó la importancia fundamental del pueblo en la construcción de una democracia verdadera, durante su intervención en la toma de posesión este 10 de enero.
El mandatario nacional subrayó que «Si no hay pueblo, no hay democracia, no hay República», asimismo, denunció la visión elitista y deshumanizante de la oligarquía, que reduce al pueblo a un mero número o dato estadístico, en contraposición a esta visión, se enfatizó que «para nosotros el pueblo es un ser viviente, consciente, actuante», tal como lo consagra la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Al hacer referencia al artículo constitucional que establece la soberanía popular como intransferible y ejercida directamente por el pueblo venezolano, el presidente Maduro convocó a una «soberanía popular permanente», esta propuesta busca empoderar al pueblo y garantizar que gobierne de manera directa, «para el pueblo, con el pueblo».
«La oligarquía se opone al concepto constitucional de soberanía (…), esa oligarquía putrefacta, desquiciada, violenta, fascista.» Destacó el mandatario.
Igualmente dijo, «convoco la soberanía del pueblo permanente, para que la ejerza de manera directa, gobernando” (…), «Si no hay pueblo, no hay democracia.»
De esta manera,reiteró que la democracia auténtica solo es posible cuando el pueblo es el verdadero protagonista de la vida política.
A su salida, el ya juramentado presidente Nicolás Maduro, mencionó que “hoy podemos decir que Venezuela está en paz y en pleno ejercicio de soberanía nacional, de su independencia (…), hemos cumplido siempre con nuestra Constitución, porque la escribimos junto al pueblo”, concluyó.
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