La tierra tembló y Myanmar en Birmania se estremeció: El devastador terremoto de magnitud 7,7 que golpeó el país asiático el pasado viernes sigue dejando un rastro de dolor, con un saldo que ya supera las 2.418 víctimas fatales, según confirmaron este lunes las autoridades de la junta militar que gobierna la nación.
En medio de la tragedia, el general Min Aung Hlaing, líder del Consejo de Administración Estatal, decretó siete días de duelo nacional, desde el 31 de marzo hasta el 6 de abril, para honrar a los fallecidos y reconocer la magnitud del desastre.
El sismo, cuyo impacto se sintió hasta en la vecina Tailandia —donde se reportan 19 muertos y más de 70 desaparecidos—, ha dejado a Myanmar sumida en el caos. Más de 3.900 personas han resultado heridas y al menos 270 permanecen desaparecidas, mientras los equipos de rescate trabajan contrarreloj entre los escombros de miles de edificaciones, carreteras y puentes colapsados.
A través del canal estatal, la junta militar justificó la medida “en reconocimiento de la pérdida de vidas y por los daños causados” por el movimiento telúrico que ha puesto a prueba la resistencia de un país ya golpeado por la inestabilidad política desde el golpe de Estado de 2021.
Con banderas a media asta y el corazón en luto, Myanmar enfrenta ahora el desafío de reconstruirse mientras llora a sus muertos y busca a los que aún no aparecen.
Con información de Nota de Prensa
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