Un colosal apagón ha sumido a Puerto Rico en la oscuridad tras la desconexión de varias plantas generadoras, dejando sin electricidad a casi toda la isla; la gobernadora Jenniffer González advirtió que la crisis podría prolongarse hasta “72 horas”, generando un impacto económico estimado en “230 millones de dólares en pérdidas”.
En una rueda de prensa, la mandataria informó que solo el “7 % de los afectados” ha recuperado el servicio, mientras las autoridades y la empresa LUMA Energy, encargada de la distribución eléctrica, investigan las causas del fallo.
González no ocultó su indignación ante la magnitud del problema, calificándolo como “inaceptable” y subrayando la fragilidad del sistema eléctrico puertorriqueño: “Puerto Rico no aguanta más apagones”, afirmó, destacando el impacto devastador que estas interrupciones tienen en la vida diaria y la economía de la isla.
La gobernadora hizo un llamado urgente a restablecer el servicio, enfatizando que “sin la luz, no hay nada”, una frase que resonó entre los ciudadanos que enfrentan comercios cerrados, hospitales bajo presión y hogares sin energía.
La empresa LUMA Energy trabaja contrarreloj para identificar la raíz del problema, mientras brigadas de emergencia se despliegan en las zonas afectadas; este nuevo apagón revive las críticas hacia la infraestructura eléctrica de Puerto Rico, que aún no se recupera completamente de los estragos del huracán María en 2017.
La población, frustrada, exige soluciones definitivas para evitar que estas crisis se repitan, en un contexto donde la estabilidad energética sigue siendo un desafío para la isla.
Con información de Nota de Prensa
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