La tensión en Medio Oriente alcanzó un nuevo pico en la madrugada de este domingo, cuando potentes explosiones remecieron Tel Aviv y otras ciudades israelíes tras una intensa ofensiva iraní con misiles hipersónicos y drones, en el marco de la segunda fase de la Operación “Promesa Verdadera III”.
Este ataque, que responde a recientes bombardeos israelíes contra infraestructura iraní, ha escalado el conflicto entre ambas naciones, generando alarma en la comunidad internacional.
Según medios israelíes, entre 50 y 70 misiles balísticos fueron lanzados desde Irán, impactando zonas clave como Bat Yam, Rehovot, Ramat Gan y Kiryat Ekron, donde un centro comercial sufrió un impacto directo.
Un edificio de gran altura en el área metropolitana de Tel Aviv también fue alcanzado, intensificando el temor entre la población; además, drones iraníes que inicialmente sobrevolaban Bisan cambiaron su trayectoria hacia Khdeira, consolidando la ofensiva de Teherán.
El sábado, Irán ya había ejecutado un ataque con al menos 100 misiles dirigidos a Haifa, un enclave estratégico con instalaciones militares e industriales; esta serie de acciones se enmarca en una escalada de violencia que no da señales de disminuir, mientras los llamados a la contención por parte de la comunidad internacional se multiplican.
La ofensiva iraní, descrita como una respuesta directa a las agresiones de Israel, pone en evidencia la fragilidad de la estabilidad en la región
Organismos internacionales urgen a ambas partes a buscar una solución diplomática para evitar un conflicto de mayores proporciones, en un contexto donde la paz parece cada vez más lejana.
Con información de Nota de Prensa
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