El mundo del cine está de luto tras la partida de David Hekili Kenui Bell, el carismático actor estadounidense de 57 años que protagonizaba el esperado remake de “Lilo y Stitch”; su hermana, Jalene Kanani Bell, dio a conocer la triste noticia el pasado domingo a través de una emotiva publicación en Facebook, sin precisar las causas de su fallecimiento.
David, un artista de raíces hawaianas, fue recordado por su hermana como un ser “querido, generoso, talentoso, divertido, brillante y guapo”; en su mensaje, Jalene destacó la luz que su hermano proyectaba, asegurando que “era y seguirá siendo una estrella brillante y resplandeciente”.
Estas palabras reflejan el impacto que Bell dejó tanto en su entorno cercano como en la industria del entretenimiento.
Con una carrera marcada por su pasión por la actuación y el doblaje, David se distinguía por su capacidad de fusionar el inglés con elementos de la cultura indígena hawaiana y el “pidgin”, lo que lo convirtió en un “diamante en bruto” en el mundo del cine, según palabras de su hermana.
Su talento y autenticidad lo llevaron a ser elegido para dar vida a un personaje clave en la nueva versión de “Lilo y Stitch”, un proyecto que prometía cautivar a nuevas generaciones.
Más allá de su brillo en la pantalla, David era un hombre de profunda calidez humana. Jalene compartió un recuerdo íntimo de su última conversación, sentados en el sofá de su sala, donde hablaron de la vida y sus raíces familiares; este testimonio resalta la conexión personal que el actor mantenía con quienes lo rodeaban.
La partida de David Hekili Kenui Bell deja un vacío en la comunidad artística y entre los seguidores que aguardaban su interpretación en la gran pantalla; su legado, sin embargo, perdurará en el cariño de quienes lo conocieron y en la huella imborrable de su talento.
Con información de Nota de Prensa
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