El Banco de Rusia dio un paso decisivo hacia la modernización de su sistema financiero al proponer el 1 de septiembre de 2026 como la fecha para la adopción y entrada en vigor del rublo digital, una iniciativa que busca transformar las transacciones comerciales en el país euroasiático.
La propuesta, presentada ante la Duma Estatal, establece un cronograma escalonado para integrar esta moneda digital en la economía nacional, marcando un hito en la digitalización financiera global.
Según el informe oficial, “a partir de esta fecha, las empresas comerciales clientes de los grandes bancos y cuyos ingresos del año anterior superen los 120 millones de rublos (1,9 millones de dólares) deberán abrir su infraestructura a los rublos digitales y habilitar los pagos de bienes y servicios en la moneda digital nacional”.
Este mandato inicial se enfocará en las grandes empresas, obligándolas a adaptar sus sistemas para aceptar pagos en esta nueva moneda, que promete mayor agilidad y seguridad en las transacciones.
El plan ruso contempla una transición gradual para garantizar una implementación sin sobresaltos. Hasta el 1 de septiembre de 2027, los bancos con licencia universal y sus clientes comerciales con ingresos superiores a 30 millones de rublos deberán ajustar sus plataformas tecnológicas.
Para el 1 de septiembre de 2028, la obligación se extenderá a bancos y comercios con ingresos anuales inferiores a esa cifra, aunque los pequeños puntos de venta con ingresos menores a 5 millones de rublos estarán exentos de esta normativa.
La introducción del rublo digital refleja el esfuerzo de Rusia por consolidar una economía más resiliente y adaptada a las dinámicas del siglo XXI, en un contexto de creciente interés global por las monedas digitales.
Este anuncio no solo posiciona a Rusia como un actor clave en la innovación financiera, sino que también abre la puerta a nuevas oportunidades de cooperación con países aliados, como Venezuela, en el ámbito de la digitalización económica.
Con información de Nota de Prensa
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