Con un ambiente de expectativa, el Palacio San Martín de Buenos Aires abrió sus puertas este miércoles para dar inicio a la 66.ª Cumbre del Mercosur, un encuentro que reúne a los presidentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, junto a líderes de países asociados.
El evento, que se extenderá hasta hoy, 3 de julio, tiene como prioridad avanzar en un histórico acuerdo comercial con la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), conformada por Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein.
El foco de las discusiones está puesto en un tratado que promete dinamizar el comercio entre ambos bloques. Según fuentes cercanas a la negociación, el acuerdo busca “eliminar aranceles en buena parte del comercio de bienes entre los dos bloques”, facilitando el acceso de productos agropecuarios del Mercosur a mercados europeos de alto valor.
A cambio, las naciones de la AELC esperan fortalecer su presencia en los sectores industrial y farmacéutico, sudamericanos, con cláusulas que también contemplan compromisos medioambientales alineados con las demandas globales.
Esta cumbre representa una oportunidad clave para el Mercosur, que busca reforzar su peso en el escenario internacional y abrir nuevas puertas para los productos de la región; las negociaciones, que han tomado años de trabajo, podrían culminar con anuncios trascendentales que impulsen la economía de los países miembros y fortalezcan la integración regional.
Mientras los líderes debaten en la capital argentina, la expectativa crece en el continente por los frutos que este encuentro podría dejar; el Mercosur, con su potencial productivo y su riqueza cultural, se posiciona una vez más como un actor clave en el comercio global.
Con información de Nota de Prensa
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