Una manifestación pacífica contra las redadas migratorias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Cincinnati, Ohio, se tornó en un escenario de violencia y represión el pasado jueves, dejando un saldo de al menos 15 personas detenidas, incluidos dos periodistas, y múltiples denuncias de brutalidad policial.
La protesta, que buscaba rechazar las recientes detenciones arbitrarias de migrantes en el estado, fue interrumpida por una agresiva intervención de las autoridades, según reportaron testigos y medios locales.
Cientos de activistas, en su mayoría defensores de los derechos humanos, se congregaron en el centro de la ciudad y cruzaron el puente Roebling, que conecta Cincinnati con Kentucky, portando pancartas con el mensaje “Construyan puentes, no muros”.
Sin embargo, la marcha fue interceptada por unos 50 oficiales, desencadenando un episodio que ha generado conmoción en todo el país. Un video que circula en redes sociales muestra a un oficial propinando varios golpes en el rostro a un manifestante mientras este era inmovilizado, lo que ha desatado una ola de indignación y críticas por el uso excesivo de la fuerza.
“El departamento apoya el derecho del público a la manifestación y la expresión pacífica, amenazar a los agentes y bloquear infraestructura crítica, como un puente importante, representa un peligro para todos los involucrados”, justificó la policía de Covington, Kentucky, en un comunicado.
No obstante, los manifestantes denunciaron que las autoridades actuaron sin mediar diálogo, utilizando tácticas intimidatorias para dispersar la protesta.
Entre los detenidos se encuentran una reportera y un pasante de fotografía del medio local CityBeat, quienes cubrían el evento. Ambos fueron procesados el viernes en un tribunal de Kentucky, enfrentando cargos como desorden público, obstrucción a los servicios de emergencia y desobediencia a las órdenes de dispersión.
Organizaciones de prensa han condenado los arrestos, señalando que este año más de una veintena de periodistas han sido agredidos o detenidos mientras reportaban protestas contra las políticas migratorias en Estados Unidos.
La movilización en Cincinnati se suma a una serie de protestas a nivel nacional contra las redadas del ICE, intensificadas desde el inicio del segundo mandato de Donald Trump; en Ohio, las recientes detenciones de migrantes, muchas sin órdenes judiciales claras, han generado temor en las comunidades latinas, especialmente entre los venezolanos, quienes enfrentan restricciones de viaje y la revocación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para más de 350 mil personas.
Desde Venezuela, activistas y organizaciones de derechos humanos han expresado solidaridad con los manifestantes, exigiendo el cese de las deportaciones forzosas y el respeto al derecho internacional: “Más del 25% de la población de Venezuela –más de 7,71 millones de personas– ha huido de violaciones masivas de derechos humanos y posibles crímenes de lesa humanidad”, recordó Amnistía Internacional, instando a las autoridades estadounidenses a detener las deportaciones.
Con información de Nota de Prensa
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