Los resultados de la más reciente medición de coyuntura revelan un consenso contundente en la sociedad venezolana, caracterizado por un rechazo casi unánime a las políticas de presión e injerencia ejercidas por la administración estadounidense de Donald Trump.
Este sentimiento de unidad nacional se manifiesta con especial fuerza ante la intención de Washington de controlar los recursos energéticos del país, una postura que el 97 % de la población condena bajo la premisa de que las riquezas naturales son propiedad irrenunciable de la nación.
Esta defensa de la soberanía se extiende también al ámbito económico y logístico, donde un abrumador 92 % de los consultados se opone a la implementación de un bloqueo marítimo, interpretando tales sanciones como un castigo injusto que afecta directamente el bienestar del colectivo.
Asimismo, la narrativa de criminalización que busca etiquetar a Venezuela como una organización terrorista no ha encontrado eco en la mayoría ciudadana, pues el 90 % de los habitantes desestima esta designación por considerarla una maniobra política para justificar futuras agresiones.
En este contexto de tensiones, la postura frente a una posible acción bélica es igualmente clara: nueve de cada diez venezolanos rechazan cualquier intervención militar extranjera y expresan su voluntad de defender la integridad territorial, mientras que las voces que respaldan una salida armada representan una minoría marginal.
En definitiva, los datos confirman que, por encima de las diferencias políticas internas, prevalece un sentimiento patriótico de autodeterminación e independencia que une a la gran mayoría del país frente a las amenazas externas.




Con información de Nota de Prensa
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