Ante la llegada de un sistema de ríos atmosféricos con una intensidad sin precedentes para esta época del año, el gobernador de California, Gavin Newsom, formalizó una declaración de estado de emergencia que abarca desde el norte hasta los condados del sur como Los Ángeles, Orange y San Diego.
Esta medida busca blindar a las comunidades frente a un fenómeno meteorológico extremo que ya ha causado víctimas mortales y que amenaza con desencadenar inundaciones repentinas y vientos con fuerza de huracán.
La mayor preocupación de las autoridades se centra en las zonas previamente devastadas por incendios forestales, donde la falta de vegetación convierte la lluvia torrencial en un disparador inmediato de peligrosos flujos de lodo y deslizamientos de tierra.
Para enfrentar esta crisis, el gobierno estatal ha movilizado un operativo masivo que incluye unidades de rescate acuático, cientos de efectivos tácticos y el equipo necesario para intervenciones rápidas, facilitando además el flujo de recursos financieros y la posible intervención de la Guardia Nacional.
Mientras el temporal se desplaza hacia la Costa Central y el Área de la Bahía, se han emitido evacuaciones obligatorias y un llamado urgente a la prudencia ciudadana para evitar traslados innecesarios por rutas peligrosas.
Con información de Nota de Prensa
Foto Cortesía

