Luego de presentar una crisis respiratoria prolongada el sábado y dos transfusiones de sangre, «el papa ha pasado bien la noche, durmió y está descansando», comentó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, en el puntual mensaje que envía a primera hora de la mañana para informar sobre la situación del papa.
Fuentes vaticanas confirman que el Pontífice «se ha despertado, está continuando la terapia y está de buen humor y come con naturalidad”, mencionan en el texto.
Asimismo, el Vaticano ha informado de que el Pontífice ha descansado durante la noche y ha «dormido bien», aún teniendo presentes síntomas de insuficiencia renal.
En el Policlínico Gemelli, este domingo, miraban con optimismo las señales de que se está recuperando de la anemia y que no se repitieron las crisis respiratorias, también, el papa tuvo fuerzas suficientes para asistir a misa, algo que no había podido hacer desde que el viernes 14 de febrero ingresó en el hospital. Durante la mañana se dirigió con bromas a sus colaboradores.
Sin embargo, a los médicos les preocupan los síntomas que mostró ayer de «insuficiencia renal inicial, leve, que actualmente está bajo control»; también la falta de plaquetas, la «trombocitopenia» y por eso mantienen el «pronóstico reservado».
El Pontífice, este 23 de febrero, siguió utilizando a momentos alternos cánulas nasales de oxígeno de alto flujo, pero respira autónomamente, está «alerta y orientado».
Especialistas recordaron que el paciente necesita tiempo para poder responder a la terapia y que está mostrando un corazón de enorme fuerza física.
De esta manera, el Vaticano ha convocado un rosario de oración por el papa esta noche, presidido por el cardenal Pietro Parolin. «Será un modo de manifestar la cercanía de la Iglesia al Papa y a los enfermos, no que haya empeorado la situación», explicaron.
Con información de Nota de Prensa
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