La preocupación crece en Brasil ante la expansión de los nitazenos, una clase emergente de opioides sintéticos que son «50 veces más fuerte que el fentanilo y 500 veces más potente que la heroína»; la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) y el Gobierno brasileño han alzado la voz de alarma ante el potencial devastador de estos nuevos estupefacientes.
Las autoridades han subrayado que el enorme potencial de abuso y los riesgos asociados con los nitazenos podrían desencadenar una epidemia aún más grave que la ocasionada por otros opioides; aunque Brasil no enfrenta una crisis comparable a la que Estados Unidos padece con el fentanilo, en los últimos tiempos se ha registrado un notable aumento en las incautaciones y circulación de estas sustancias en el país suramericano.
Esta inquietante situación se detalla en una investigación publicada el pasado mes por la ONUDD, en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); el estudio, titulado «Nitazenos: Caracterización y presencia en Brasil», contó con la participación del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública de Brasil.
La expansión de estos opioides es un serio llamado de atención sobre la necesidad de fortalecer las estrategias de prevención y control de drogas en la región, para evitar una crisis de salud pública que podría tener consecuencias devastadoras.
Con información de Nota de Prensa
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