Especialistas en neurociencia, pediatría y oftalmología encendieron las alarmas sobre los riesgos del uso prolongado de pantallas en niños y adolescentes, señalando graves consecuencias en su salud mental, sueño, visión y desarrollo emocional.
Según los expertos, el abuso de dispositivos móviles con acceso a internet “es responsable” de un aumento en los problemas de salud mental detectados en los últimos años entre los menores.
El neurocientífico David Ezpeleta advirtió que el impacto es especialmente crítico en niños en edad preescolar, donde se han observado alteraciones significativas: “En niños en edades preescolares, se ha observado una alteración en áreas responsables del lenguaje y la alfabetización”, señaló el especialista.
Además, destacó que el tiempo excesivo frente a los teléfonos móviles limita el desarrollo de la atención y el aprendizaje a largo plazo, afectando habilidades esenciales para el futuro.
Los expertos subrayan que los niños entre 0 y 6 años son los más vulnerables, ya que su cerebro en desarrollo recibe una sobreestimulación visual y auditiva que supera su capacidad de procesamiento: “El aprendizaje está claro que no tiene sentido a través de una pantalla hasta los tres años”, afirmó Ezpeleta, respaldado por estudios que demuestran que el aprendizaje presencial es mucho más efectivo que el digital en estas edades.
La exposición prolongada a pantallas también genera una estimulación dopaminérgica que hace que el entorno natural parezca “aburrido” para los niños, lo que puede derivar en irritabilidad, menor paciencia y dificultades para tolerar la espera.
Estos efectos, según los especialistas, se deben a que la sobreexposición afecta los procesos atencionales y de aprendizaje, dejando secuelas en el desarrollo neurológico de los menores.
Ante este panorama, los médicos instan a los padres a limitar el uso de dispositivos electrónicos y fomentar actividades presenciales que estimulen un desarrollo saludable en la infancia.
Con información de Nota de Prensa
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