La producción de crudo de Venezuela experimentó un aumento significativo durante el tercer trimestre del año, alcanzando un promedio de 1.095.000 barriles por día (bpd). Esta cifra representa un incremento del 17,3% en comparación con el mismo período de 2024, cuando la producción se situó en 933.000 bpd; los datos oficiales provienen de un informe reciente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Analizando la tendencia mensual, la producción continuó en ascenso: en agosto fue de 1.098.000 bpd, en septiembre subió a 1.105.000 bpd, y en octubre alcanzó los 1.132.000 bpd, marcando un crecimiento del 2,4% respecto al mes anterior; cabe destacar que, en enero de este año, la producción nacional ya había superado el millón de barriles, la primera vez que lo lograba desde junio de 2019, al bombear 1.031.000 bpd.
El Gobierno venezolano atribuye este crecimiento, que es el principal motor de su economía, a la capacidad de recuperación nacional frente a lo que denomina el «bloqueo criminal» de Estados Unidos. El Banco Central de Venezuela (BCV) respalda esta visión, reportando que la actividad petrolera creció un 16,12% en el tercer trimestre en comparación con el año pasado.
Según el BCV, este dinamismo económico, que se registra desde el segundo trimestre de 2021, es prueba de la resiliencia de la economía ante la inestabilidad internacional y las «agresiones unilaterales».
En el ámbito político, la vicepresidenta ejecutiva y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, ha acusado al anterior Gobierno de Donald Trump de intentar «apropiarse del petróleo, del gas» y de las vastas reservas del país; Rodríguez advirtió que cualquier agresión contra Venezuela podría tener serias implicaciones en la fórmula energética global.
Mientras tanto, Estados Unidos mantiene una presencia militar en el mar Caribe, oficialmente para combatir el narcotráfico, aunque Caracas lo interpreta como parte de un plan para forzar un «cambio de Gobierno».
Con información de Nota de Prensa
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