Ser Gastrósofo, Gastrónomo y ser Chef, no es para nada fácil, acá se conjugan nervios de acero, temple de acero y corazón de algodón, ese corazón que debemos empapar de amor cuando cada comensal se nos acerca y nos demanda un manjar; un manjar que sabe que sabemos hacer, que sabe que tiene un sabor maravilloso y sobre todo que sabe que acá su paladar será exageradamente cuidado.
En lo personal que he sido chef de hoteles, restaurantes temáticos, restaurantes multiformes y chef de personalidades siempre he creído que tengo un ingrediente secreto en la receta de mi éxito como cocinero y que muchos aún no han descubierto, y es que empleo la gastronomía excepcional y que, si estás leyendo bien, se trata de que entiendes que un plato memorable puede ser tan importante como una noche de sueño reparador.
Quiero que imagines un restaurante de un hotel donde cada manjar cuente una historia, así al menos yo me he acostumbrado y me gusta el historial de los platos ya que ellos me hacen dueño de sus secretos, los cuales me dan la seguridad de poseer la manera de convertirlos en una aventura, es allí donde tu momento llega, ese momento de elevar tu oferta culinaria.
Cuando vi la película “Chef”, noté lo vibrante sobre la pasión por la cocina y la búsqueda de la autenticidad. Inmediatamente me fije en buscar esta pasión en los menús que servía en mi restaurante y los que cocino para mi programa de televisión, ahora bien te digo a ti que inicias un emprendimiento culinario, sea cual sea, la rama a dedicarte dulce o salada, piensa, ¿Qué historia contarás a través de tus platos?.
Acá en eso de la Alta Cocina, le doy vueltas a la cabeza y me aseguro de la importancia de los ingredientes locales y la sostenibilidad en la cocina, no se trata de ofrecer comida, sino de crear una experiencia que conecte a los huéspedes y comensales con la cultura y la comunidad local.
Mis años en la cocina y cada día aprendiendo me han permitido experimentar con formatos de comedor no convencionales, he escrito cientos de platos, con sus cartas y menús, he montado buffet tras buffet y he llegado a la conclusión que debo y en efecto lo hago, me he olvidado del buffet tradicional o del menú a la carta o del menú concertado, he pensado en cenas temáticas, en mis propias experiencias en vivo o en personalizados cuando soy contratado busco salir y en efecto salgo de lo aburrido y convencional, dando a mi cocina un toque histórico y lleno de matices de vivencias de momentos, estamos en una era donde la experiencia y la personalización son claves.
Por Master Chef Carlos Soto
Coordenadas: Instituto de Arte Culinario Carlos Soto en la Carrera 19, esquina calle 11 de Barquisimeto
Instagram @chefcarlossoto