En un encuentro estratégico ante la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), los representantes diplomáticos de Rusia, Bielorrusia, Nicaragua, China, Cuba y Venezuela se reunieron para evaluar las acciones conjuntas de 2025 encaminadas a eliminar las medidas coercitivas unilaterales.
Durante la sesión, la embajadora venezolana Marilyn Di Luca Santaella advirtió que estas sanciones actúan como obstáculos estructurales que impiden a los organismos internacionales cumplir sus mandatos y agravan la inseguridad alimentaria global.
Los delegados instaron a agencias como el PMA y el FIDA a abordar esta problemática de forma integral, señalando que las restricciones económicas limitan el acceso a insumos, tecnología y financiamiento, afectando desproporcionadamente a los sectores más vulnerables.
Bajo la premisa de la Diplomacia Bolivariana de Paz, Venezuela lidera una iniciativa respaldada por países como Irán, Argelia y Zimbabue para visibilizar con evidencia técnica el daño humanitario de estas medidas, reafirmando que el uso de los alimentos como herramienta de presión política es una violación directa al derecho humano a la alimentación y un freno crítico para alcanzar el Objetivo de desarrollo sostenible de hambre cero.
El grupo concluyó que la unidad y la incidencia política internacional son las únicas vías para garantizar la soberanía alimentaria y la dignidad de los pueblos frente a los mecanismos de coerción externa.
Con información de VTV
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