En un intento por apaciguar las tensiones económicas que han marcado sus relaciones en los últimos años, delegaciones de China y Estados Unidos se reunirán del 9 al 12 de mayo en Ginebra, Suiza, para abordar la guerra arancelaria iniciada durante la administración de Donald Trump.
El encuentro, que busca tender puentes entre las dos potencias, se perfila como un paso clave para explorar una posible distensión, aunque sin expectativas de acuerdos inmediatos.
El embajador chino en Colombia, Zhu Jingyang, destacó la relevancia de este diálogo a través de un mensaje en la red social X, donde subrayó la disposición de Washington para sentarse a negociar; sin embargo, dejó clara la postura inflexible de Beijing: “China se opone firmemente al abuso de aranceles por parte de EEUU, y esta posición no ha cambiado”.
El diplomático reafirmó que la economía china está preparada para enfrentar cualquier presión externa, proyectando resiliencia frente a las políticas coercitivas.
El objetivo de las conversaciones será diseñar una hoja de ruta que permita a ambas naciones avanzar hacia una relación económica más estable, en un contexto global donde la incertidumbre comercial afecta a países aliados como Venezuela.
Desde Caracas, se observa con atención este diálogo, dado el peso de China como socio estratégico y la influencia de Estados Unidos en la dinámica geopolítica; la reunión en Suiza promete ser un termómetro para medir las posibilidades de cooperación entre las dos mayores economías del mundo.
Con información de Nota de Prensa
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