Un nuevo golpe sacude a la humanidad en medio del conflicto en Gaza: La ONU confirmó este jueves la muerte de cinco trabajadores de su Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA), víctimas de ataques aéreos israelíes, elevando a 284 el número de fallecidos desde que estalló la guerra en octubre de 2023. El anuncio llega como un grito de alerta ante la escalada de violencia que no da tregua.
Philippe Lazzarini, jefe de la UNRWA, puso rostro a las pérdidas: “En los últimos días, se ha confirmado la muerte de otros cinco miembros del personal de UNRWA. Eran profesores, médicos y enfermeros que atendían a los más vulnerables”.
Con dolor y firmeza, denunció que los recientes bombardeos han segado la vida de al menos 470 palestinos, mientras las órdenes de evacuación han convertido a decenas de miles en desplazados forzosos.
“La gran mayoría ya ha sido desplazada, tratada como si fueran «bolas de pinball» desde que comenzó la guerra hace casi un año y medio”, sentenció.
El bloqueo israelí agrava la crisis; Lazzarini alertó que, por 18 días consecutivos, no se permite el ingreso de ayuda humanitaria —agua, comida, medicinas— a una Franja donde 2,1 millones de personas enfrentan el fantasma del hambre.
Ante este panorama, el director de la UNRWA lanzó un llamado urgente: “Renovación del alto el fuego”, liberación de rehenes y apertura de pasos fronterizos para evitar una catástrofe mayor.
Mientras las bombas siguen cayendo, la comunidad internacional observa con impotencia cómo Gaza se desangra, y la labor de quienes intentan aliviar el sufrimiento se paga con vidas. La pregunta resuena: ¿hasta cuándo?
Con información de Nota de Prensa
Foto Cortesía
