La República de Cuba enfrenta un panorama desolador con la inminente llegada del huracán Rafael, que ha sido catalogado como un fenómeno de categoría 2 en la escala Saffir-Simpson, con promedios de viento que podrían alcanzar hasta 120 kilómetros por hora.
Este huracán se encuentra a solo 130 kilómetros de la Isla de la Juventud y avanza con fuerza a una velocidad de 22 kilómetros por hora, desatando un torrente de lluvias y tormentas eléctricas en su camino.
A primera hora de la mañana, el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil de la isla emitió la fase de Alarma Ciclónica para las provincias de Artemisa, Pinar del Río, Cienfuegos, Matanzas, y otras más, instando a la población a extremar precauciones ante la probable intensificación de las precipitaciones, que se espera que acumulen entre 100 y 200 milímetros en algunas áreas.
Las autoridades advierten de marejadas peligrosas y posibles inundaciones costeras que afectarán diversas regiones, incluidos los municipios de la Isla de la Juventud.
El presidente Miguel Díaz-Canel ha activado el Consejo de Defensa Nacional, enfatizando que “se han tomado las medidas en cada lugar para proteger a nuestro pueblo y los recursos materiales”; los cubanos son llamados a estar vigilantes y a seguir las recomendaciones de las fuentes oficiales, puesto que Rafael podría llegar a intensificarse aún más, acercándose a la temida categoría 3 antes de su inevitable impacto con la isla.
Con un clima que se torna cada vez más severo, la población cubana se enfrenta a un reto monumental; la espera y preparación son cruciales; las autoridades urgen a mantener la calma y estar atentos a la información oficial mientras el huracán continúa su avance hacia el territorio insular.
Con información de Nota de Prensa
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