Una historia que estremece llega desde California, donde Gladys y Nelson González, una pareja colombiana que construyó su vida en Estados Unidos durante más de tres décadas, fue deportada abruptamente, dejando solas a sus tres hijas y un nieto recién nacido.
Tras emigrar en 1989, los González echaron raíces en el sur de California, criando a su familia y sirviendo a su comunidad sin jamás rozar problemas legales.
“Durante casi cuatro décadas, han construido una vida aquí: criando a tres hijas, aportando a su comunidad y dando la bienvenida recientemente a su primer nieto”, escribió Stephanie González, una de sus hijas, en una página de GoFundMe creada para apoyar a la familia.
“Ahora, están siendo tratados como criminales”, agregó con indignación; la pareja, conocida por liderar estudios bíblicos en su iglesia y ayudar en despensas de alimentos durante la pandemia, vio su mundo derrumbarse el pasado 21 de febrero.
Ese día, como lo venían haciendo desde el año 2000, se presentaron ante un tribunal de inmigración en Santa Ana: pero esta vez, la rutina dio un giro dramático: fueron arrestados, esposados y puestos bajo custodia federal.
Tras tres semanas detenidos, los deportaron a Colombia: “Ellos sí esperaban que tendrían que partir y estaban planeando hacerlo, pero no de la manera en que sucedió”, explicó Mónica Crooms, su abogada desde 2018.
“No esperábamos que fueran aprehendidos y detenidos. Y de nuevo, ya no es realmente exclusivo de ellos. Está sucediendo en todo el país”, añadió, apuntando a un endurecimiento en las políticas migratorias de EE.UU.
Los González, quienes pagaron impuestos y buscaron incansablemente la ciudadanía, se despidieron de una vida ejemplar sin imaginar este desenlace; ahora, sus hijas enfrentan la dura tarea de seguir adelante solas, mientras el caso pone en el ojo público el drama de miles de migrantes en la potencia del norte.
Con información de Nota de Prensa
Foto Cortesía