Donald Trump, ha escalado su estrategia de presión contra Venezuela al confirmar la persecución de un tercer buque tanquero con el objetivo de incautarlo, sumándose a dos embarcaciones que ya fueron retenidas recientemente.
El mandatario estadounidense justificó estas acciones argumentando que el navío procedía de un lugar sancionado y se encontraba en una ruta no permitida, lo que refuerza el despliegue militar que Washington mantiene en el Caribe desde el pasado mes de agosto.
Aunque inicialmente esta movilización naval y aérea se presentó como un operativo para combatir el narcotráfico, el discurso oficial ha girado hacia el control directo de los recursos energéticos venezolanos.
Por su parte, el Gobierno de Nicolás Maduro ha denunciado estas maniobras como actos de piratería y robo descarado, señalando que el despliegue bélico no busca la seguridad regional, sino profundizar el asedio económico y la apropiación ilegal de los activos del país sudamericano en aguas internacionales.
Con información de Nota de Prensa
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