El Papa Francisco expresó su profunda preocupación ante el creciente número de suicidios entre jóvenes, describiéndolo como un síntoma de un malestar generalizado en la sociedad actual.
Durante una audiencia con miembros del Consejo Nacional de la Juventud italiana, el pontífice hizo un llamado a la comunidad internacional para abordar esta crisis y fomentar un ambiente más solidario y esperanzador para las nuevas generaciones.
«El aumento de actos de violencia y autolesiones, hasta el acto más extremo de quitarse la vida, son signos de un malestar preocupante y complejo», afirmó el Papa Francisco, su Santidad destacó que este fenómeno refleja una transformación profunda en la sociedad, tanto a nivel cultural como antropológico.
El Papa subrayó la importancia de abordar las causas subyacentes de este problema, como la falta de oportunidades, la soledad, la presión social y el acceso limitado a servicios de salud mental, asimismo, hizo hincapié en la necesidad de crear espacios seguros donde los jóvenes puedan expresar sus emociones y buscar ayuda.
El Papa Francisco instó a los gobiernos, las instituciones educativas, las familias y la sociedad en su conjunto a trabajar juntos para prevenir el suicidio juvenil, entre las medidas propuestas, se encuentran fomentar la participación activa de los jóvenes, involucrarlos en la toma de decisiones y en la construcción de un futuro mejor, creando redes de apoyo y establecer comunidades solidarias donde los jóvenes se sientan escuchados y comprendidos, igualmente promover la salud mental facilitando el acceso a servicios de salud mental de calidad y destigmatizar la búsqueda de ayuda, fomentando valores como la solidaridad, el respeto y la empatía.
El Papa concluyó su mensaje expresando su esperanza en que los jóvenes puedan encontrar un sentido a sus vidas y construir un futuro más justo y equitativo para todos.
Con información de Nota de Prensa
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