En la ciudad de Kakamega, en Kenia, se ha desatado una preocupante situación en el instituto femenino Santa Teresa Eregi de Ikolomani. Al menos 95 alumnas han sido hospitalizadas después de contraer una enfermedad desconocida que provoca parálisis en las piernas.
Según los informes de medios locales, las niñas afectadas están experimentando síntomas de dolor en las rodillas, lo que les dificulta mantenerse en pie. Además, algunas de ellas también sufren fuertes dolores de cabeza, vómitos, fiebre e incluso convulsiones. Estos síntomas han dejado a la comunidad médica desconcertada sobre la naturaleza exacta de la enfermedad.
A pesar de la falta de información concreta, los expertos creen que podría tratarse de una «histeria colectiva». Sin embargo, continúa siendo un misterio, de modo que el origen de la enfermedad aún no se ha desvelado.
El médico Bernard Wesonga, jefe del Comité Ejecutivo de Sanidad del condado de Kakamega, declaró que se han tomado muestras de heces, orina y sangre de las alumnas para enviar a laboratorios gubernamentales en Kisumu y Nairobi en busca de respuestas.
Según una enfermera, que ha preferido mantener su identidad en anonimato, las pruebas preliminares han revelado que las estudiantes padecen un desequilibrio electrolítico, lo cual se caracteriza por la pérdida de líquidos en el cuerpo. A pesar de esta información, la incertidumbre persiste y los padres están profundamente preocupados por la salud de sus hijas.
La hospitalización de las menores ha generado una gran inquietud entre los padres, quienes irrumpieron en el despacho del director del colegio en busca de respuestas y exigieron mejores condiciones para el cuidado de sus hijas. Algunas familias, alarmadas por la situación, han decidido sacar a sus hijas de la escuela hasta que se aclare la situación.
El director de Servicios Médicos del condado, Steven Wandei, ha advertido que, en caso de que la enfermedad sea infecciosa, no gestionarla adecuadamente podría ser fatal. Por esta razón, es crucial descubrir la causa de la enfermedad antes de permitir que las demás estudiantes regresen a casa y se expongan a sus hermanos, lo cual podría empeorar la situación.
«Necesitamos descubrir qué es lo que aqueja a nuestras niñas y descubrir su causa antes de permitir que el resto de las estudiantes regresen a casa y se mezclen con sus hermanos. Sería desastroso si permitimos que las estudiantes vuelvan a casa si la enfermedad es infecciosa», indicó Wandei.
Con información de Nota de Prensa
