Una ola de indignación recorre el mundo tras el violento ataque y posterior detención del cineasta palestino Hamdan Ballal, director del galardonado documental “No Other Land”, en la aldea de Masafer Yatta, en la Cisjordania ocupada.
El incidente, que dejó al artista con heridas graves, ocurrió a manos de un grupo de colonos judíos y agentes de las Fuerzas de Seguridad de Israel, según reportaron medios locales.
Ballal, cuya obra se alzó con un Premio Óscar, fue emboscado por una decena de colonos armados con porras, cuchillos y al menos un rifle de asalto mientras se encontraba en Masafer Yatta, una zona marcada por la tensión de la ocupación.
Testigos relataron que el cineasta recibió golpes brutales que le provocaron lesiones en la cabeza y el estómago; en un giro aún más dramático, mientras los paramédicos intentaban estabilizarlo en una ambulancia, fuerzas israelíes irrumpieron en el vehículo y lo arrestaron junto a otro palestino, desatando críticas por el uso excesivo de la fuerza.
Un documental que incomoda
“No Other Land”, el trabajo que puso a Ballal en la mira internacional, expone sin filtros la dura realidad de las aldeas de Masafer Yatta, donde los habitantes enfrentan desplazamientos y abusos bajo la ocupación israelí.
La cinta, aplaudida por su crudeza y humanidad, parece haber tocado fibras sensibles, convirtiendo a su creador en blanco de represalias.
Organizaciones de derechos humanos y la comunidad cinematográfica han alzado la voz exigiendo la liberación inmediata de Ballal, mientras el caso pone bajo lupa, una vez más, la situación en los territorios ocupados.
Hasta ahora, las autoridades israelíes no han emitido comentarios sobre el incidente que tiene al mundo pendiente de la suerte del cineasta palestino.
Con información de Nota de Prensa
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