Una ola de calor está castigando varias regiones de Estados Unidos, poniendo en riesgo la salud y el bienestar de más de 50 millones de personas. Las altas temperaturas, que superan los 40 grados Celsius en algunas zonas, han llevado a las autoridades a declarar estado de emergencia en múltiples ciudades.
Según el servicio meteorológico de ese país, se espera que las condiciones extremas persistan al menos hasta este viernes, afectando principalmente los estados del interior de la costa oeste. Ciudades como Phoenix, Las Vegas y Sacramento están experimentando temperaturas récord, lo que ha generado una gran preocupación entre las autoridades de salud pública.
La exposición prolongada a estas altas temperaturas puede provocar una serie de problemas de salud, incluyendo deshidratación, agotamiento por calor e incluso golpes de calor. Para mitigar estos riesgos, las autoridades locales han habilitado centros de enfriamiento y distribuido agua potable en toda la región. Además, se han emitido recomendaciones para que la población tome precauciones como evitar las actividades al aire libre durante las horas más calurosas del día y mantenerse hidratado.
La ola de calor también está poniendo a prueba la infraestructura de la región. Las altas temperaturas pueden provocar deformaciones en carreteras y puentes, lo que representa un riesgo para la seguridad vial. Asimismo, el aumento en el consumo de energía, debido al uso generalizado de equipos de aire acondicionado, ha puesto una gran presión sobre las redes eléctricas.
Los expertos advierten que estos eventos climáticos extremos se están volviendo más frecuentes e intensos debido al cambio climático.
Con información de Nota de Prensa
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