Francia ha dado por concluida su presencia militar en Senegal, marcando el fin de una era de más de seis décadas en el país africano. La ceremonia oficial, celebrada en la base militar de Ouakam, en Dakar, selló el retiro de las últimas tropas galas, un hito que refleja los vientos de cambio en las relaciones entre Francia y sus antiguas colonias en África Occidental.
El acto, cargado de simbolismo, contó con. la presencia de autoridades senegalesas y francesas, quienes formalizaron el traspaso de la base de Ouakam al ejército senegalés. «La base de Ouakam fue oficialmente transferida a Senegal, marcando el fin de la presencia militar francesa en el país», informó el Ministerio de las Fuerzas Armadas de Francia en un comunicado. Este movimiento pone fin a un capítulo iniciado tras la independencia de Senegal en 1960, cuando Francia mantuvo una presencia militar estratégica en la región.
La decisión responde a la creciente presión de gobiernos africanos y movimientos sociales que exigen una soberanía plena, en un contexto de reevaluación de los lazos poscoloniales. Senegal, que albergaba una de las últimas bases francesas en la región, había reducido significativamente la presencia de tropas galas desde 2010, pasando de 1.200 a 350 efectivos en los últimos años. «La retirada se completó de manera ordenada, respetando los acuerdos bilaterales», señaló una fuente militar francesa.
El presidente senegalés, Bassirou Diomaye Faye, destacó la importancia de este paso para la autodeterminación de su nación. «Senegal asume el control total de su seguridad y su destino», afirmó durante la ceremonia, subrayando el fortalecimiento de las capacidades militares nacionales. Por su parte, Francia mantiene su compromiso de cooperación en materia de seguridad, pero ahora bajo un modelo de «asociación renovada», según indicaron las autoridades galas.
Este retiro se suma a la salida de Francia de otros países de la región, como Malí, Burkina Faso y Níger, en medio de tensiones diplomáticas y una creciente influencia de potencias como Rusia y China en el Sahel. La base de Ouakam, junto con la de Djibouti, era uno de los últimos enclaves franceses en África, y su cierre representa un giro histórico en la política exterior de París.
Para Senegal, la transferencia de la base abre nuevas oportunidades para consolidar su autonomía militar y estratégica. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención cómo se reconfiguran las alianzas en una región clave para la estabilidad global. La ceremonia de Ouakam no solo cierra una página de la historia colonial, sino que abre un nuevo capítulo para Senegal en su camino hacia una mayor independencia.
Con información de Nota de Prensa
Foto Cortesía