Múltiples usuarios habían desactivado la función de geolocalización de sus dispositivos porque no querían ser rastreados, pero Google de todas formas conocía su ubicación, ahora la empresa estadounidense llegó a un acuerdo con las autoridades de decenas de estados en EE. UU, para pagar US$ 391,5 millones.
El gigante tecnológico era señalado por los fiscales generales de 40 estados del país que le acusaban de seguir rastreando a usuarios que habían desactivado los servicios de geolocalización en sus dispositivos.
Un empleado de Google aseguró que, la investigación se basaba en “políticas de productos obsoletas” que cambiaron hace años e indicó que el acuerdo al que llegaron para cerrarla era “consistente” con las mejoras que la compañía había realizado en los últimos años.
Asimismo, detalló que, “los consumidores pensaban que habían desactivado sus funciones de seguimiento de ubicación en Google, pero la compañía continuó registrando en secreto sus movimientos y usando esa información para los anunciantes”.
Los fiscales generales comunicaron que Google había estado engañando a los consumidores desde al menos 2014, violando las leyes estatales de protección al consumidor. Además, instruyeron a la compañía a que mejore significativamente los controles de usuario y la forma en que divulga el seguimiento de la ubicación a partir de 2023.
Con información de Nota de Prensa