En un veredicto que marca un hito en la historia judicial de Colombia, el expresidente Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) fue encontrado culpable este lunes de los delitos de soborno a testigos en actuación penal y fraude procesal. La decisión, anunciada por la jueza Sandra Liliana Heredia, del Juzgado 44 Penal del Circuito de Bogotá, sacude el panorama político del vecino país y establece un precedente sin igual al ser el primer exmandatario colombiano condenado en un proceso penal.
Tras más de una década de investigaciones, el caso, que comenzó en 2012, dio un giro definitivo este 28 de julio. La magistrada Heredia, tras una audiencia que se prolongó por seis horas, determinó que Uribe, a través de su abogado Diego Cadena: “Ofreció beneficios a personas privadas de la libertad” con el objetivo de manipular testimonios a su favor. Según la jueza, estas acciones buscaban “obtener un beneficio en varios casos que tiene abiertos, así como manipular testigos para que vincularan al senador Iván Cepeda con hechos ilegales”.
El proceso se originó cuando Uribe denunció al senador Cepeda, del Polo Democrático Alternativo, acusándolo de fabricar testimonios que lo relacionaban con el paramilitarismo en Antioquia. Sin embargo, la investigación dio un vuelco cuando la Corte Suprema de Justicia encontró indicios de que era Uribe quien, a través de emisarios, intentaba influir en testigos clave, como el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve.
Este último, según el fallo, fue objeto de presiones para retractarse de sus declaraciones, que vinculaban a Uribe y a su hermano Santiago con la creación del Bloque Metro de las Autodefensas en la década de 1990.
“La justicia ha llegado”, afirmó la jueza Heredia durante la lectura del fallo, destacando que las pruebas presentadas, incluyendo grabaciones de un reloj espía, interceptaciones telefónicas y mensajes de WhatsApp, fueron determinantes para acreditar el delito de soborno.
La magistrada desestimó varios testimonios de la defensa, como el de Vicky Jaramillo, señalando que “fue evidente su nerviosismo” y cuestionando su credibilidad.
El veredicto, que aún no define la sentencia ni aborda la posible culpabilidad por el delito de soborno simple, ha generado reacciones polarizadas. Mientras sectores cercanos al senador Cepeda, reconocido como víctima en el proceso, celebran la decisión como un triunfo contra la impunidad, los seguidores de Uribe, líder del partido Centro Democrático, denuncian una supuesta persecución política.
La defensa, encabezada por Jaime Granados, anunció que apelará el fallo, lo que podría prolongar el proceso en instancias superiores como el Tribunal Superior de Bogotá o la Corte Suprema de Justicia.
Uribe, de 73 años, enfrenta una posible pena de entre seis y doce años de prisión, aunque expertos sugieren que, por su edad y falta de antecedentes, podría recibir detención domiciliaria.
Este caso, seguido de cerca en Colombia y en la región, no solo redefine el legado del expresidente, conocido por su política de “seguridad democrática”, sino que también podría influir en el escenario electoral de cara a las presidenciales de 2026.
Con información de Nota de Prensa
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