La espera continúa para los fieles católicos alrededor del mundo; este miércoles, una espesa columna de humo negro se alzó desde la chimenea de la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que la primera votación del cónclave no logró elegir al sucesor del papa Francisco, fallecido el pasado abril a los 88 años.
Los 133 cardenales, reunidos en un proceso marcado por la solemnidad y el aislamiento, iniciaron así la búsqueda del nuevo líder espiritual que guiará a los 1.400 millones de católicos.
El cónclave, que se desarrolla bajo estrictas medidas de confidencialidad, reúne a los purpurados en la emblemática Capilla Sixtina, donde las votaciones se realizan con el peso de una responsabilidad histórica.
Tras esta primera jornada sin resultados, los cardenales regresaron a la residencia de Santa Marta, su lugar de retiro durante el proceso; allí permanecerán incomunicados, dedicados a la reflexión y la oración, hasta que las deliberaciones se reanuden este jueves con un nuevo día de votaciones.
La imagen del humo negro, un símbolo que captura la atención global, refleja la complejidad de un proceso que podría extenderse varios días; mientras los fieles en la Plaza de San Pedro y en todo el mundo aguardan con esperanza, la Iglesia Católica se prepara para un momento decisivo en su historia, confiando en que pronto el humo blanco anuncie la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Con información de Nota de Prensa
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