La devastación que dejó el huracán Helene aún está fresca en la memoria de los estadounidenses, y ahora una nueva amenaza se cierne sobre Florida: El huracán Milton, que ha escalado rápidamente hasta alcanzar la categoría 5, se dirige con fuerza hacia el oeste del estado, lo que ha llevado a las autoridades a emitir una alerta urgente para la población.
Desde la mañana de este miércoles, las primeras bandas de Milton han comenzado a impactar el territorio floridano, llegando a formarse tornados en diversas ubicaciones del estado costero, lo que ha llevado a los funcionarios a advertir que estamos en “última hora” para evacuar; con más de 5.6 millones de habitantes bajo orden de evacuación obligatoria, la situación se torna crítica a medida que la tormenta cambia de categoría constantemente, de hecho, aunque su clasificación reciente se sitúa en la categoría 4, las autoridades califican al fenómeno como “muy destructivo”, lo que pone en peligro la vida de miles de ciudadanos.
La magnitud del fenómeno ha motivado la cancelación de alrededor de 1,900 vuelos en todo el país, en un esfuerzo por mitigar los efectos de la tormenta, el gobernador Ron DeSantis ha anunciado que más de 50,000 trabajadores especializados en líneas eléctricas se han desplazado al estado desde lugares tan lejanos como California: “Si usted está en el camino de esta tormenta, lo más probable es que va a perder la energía eléctrica”, advirtió DeSantis, instando a la población a prepararse para la inminente crisis.
El impacto económico de Milton podría ser colosal, expertos de BMO Capital Markets estiman que las pérdidas aseguradas podrían alcanzar los 75,000 millones de dólares si la tormenta toca tierra en Tampa como categoría 3 o superior.
El presidente Joe Biden, en una reciente rueda de prensa, ha enfatizado que esta será una tormenta que marcará un parteaguas en la historia de las catástrofes naturales en el país: “Literalmente es una cuestión de vida o muerte”, instó el mandatario a la población.
Una preocupación adicional reside en la comunidad migrante; en un estado donde residen aproximadamente 4.8 millones de inmigrantes, muchos de ellos hispanohablantes, la situación se complica dada la barrera del idioma y la falta de recursos.
Organizaciones y funcionarios consulares están trabajando arduamente para ayudarles con los planes de evacuación, especialmente en áreas como Orlando y Tampa, donde la población migrante es significativa.
Asimismo, el efecto del huracán ya se deja sentir en Cuba, donde se reportan fuertes vientos y lluvias en las provincias occidentales, incluyendo La Habana, donde el Malecón ha sido cerrado al tráfico a causa de olas que superan varios metros.
Con el huracán Helene aún reciente en la memoria y Milton a la vista, Florida enfrenta un desafío sin precedentes, la población se aferra a la esperanza de que, a pesar de la magnitud de esta tormenta, la resiliencia y la solidaridad prevalezcan ante la adversidad.
Con información de Nota de Prensa
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