Un nuevo capítulo de tensión entre India y Pakistán se desató en la madrugada de este miércoles, cuando las Fuerzas Armadas indias lanzaron un ataque con misiles contra supuestas bases terroristas en territorio pakistaní, dejando un saldo preliminar de “26 fallecidos”.
La operación, bautizada como “Operación Sindoor” por el Ministerio de Defensa de India, se concentró en la disputada región de Jammu y Cachemira, bajo control parcial de Pakistán, agravando un conflicto que lleva más de siete décadas marcando la historia de ambos países.
El recrudecimiento de las hostilidades llevó a las autoridades indias a tomar medidas drásticas, como el cierre de todos los centros educativos en cinco distritos de Jammu y la suspensión de vuelos civiles desde el aeropuerto internacional de Srinagar, operado por la Fuerza Aérea India.
Este ataque, según medios internacionales, se enraíza en una disputa que comenzó en 1947, cuando la independencia de India del colonialismo británico dio lugar a la partición del territorio en dos naciones, divididas por mayorías hindúes y musulmanas.
La separación desató una ola de violencia que dejó “un millón de muertos y 15 millones de desplazados” a lo largo de las décadas, consolidando una rivalidad marcada por enfrentamientos territoriales, especialmente en Jammu y Cachemira.
El reciente ataque intensifica las tensiones en una región ya volátil, mientras la comunidad internacional observa con preocupación el impacto de esta escalada en la estabilidad del sur de Asia.
Con información de Nota de Prensa
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