En un sorprendente episodio que ha dejado boquiabiertos a los británicos, dos hombres enmascarados lograron penetrar en el emblemático castillo de Windsor, donde, según informan diversas fuentes, «robaron dos vehículos mientras el príncipe Guillermo y su familia dormían».
Este insólito hecho ocurrió el pasado mes de octubre, pero las repercusiones siguen resonando en los medios locales tras su reciente divulgación.
A pesar de la sofisticación de la residencia, las alarmas de seguridad no lograron activarse a tiempo, lo que ha llevado a sospechar que los intrusos, que sustrajeron una camioneta y una cuatrimoto, habrían planeado meticulosamente su incursión.
Según revela el Daily Mail, esta planificación sostenida podría haber permitido a los ladrones observar los patrones de movimiento en el castillo antes de proceder con su asalto.
Aunque afortunadamente ni el príncipe de Gales, su esposa Kate Middleton ni sus tres hijos sufrieron daños, el imprevisto sugiere que hay serias falencias en las medidas de seguridad de la residencia real.
Esta alarmante situación ha encendido un debate sobre los peligros que podrían acechar a los miembros de la realeza en el futuro.
Cabe mencionar que, en el momento del robo, los reyes Carlos III y Camilla se encontraban fuera del país, sumergidos en un viaje internacional, lo que añade una capa de inquietud a un suceso que ha dejado una marca en la percepción de seguridad en la residencia monárquica.
Las autoridades continúan investigando el caso sin que, hasta ahora, se hayan registrado detenciones.
Con información de Nota de Prensa
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