El proceso judicial contra el magnate del hip-hop Sean “Diddy” Combs, acusado de liderar una red criminal de prostitución y agresión, entró en su recta final este martes en un tribunal federal de Manhattan.
Tras siete semanas de un juicio que ha captado la atención mundial, la Fiscalía cerró la presentación de pruebas, mientras la defensa optó por una estrategia minimalista, evitando que el rapero de 55 años subiera al estrado.
El juez Arun Subramanian confirmó que fue decisión exclusiva de Combs no testificar, una elección que el artista aseguró haber tomado libremente; la Fiscalía desplegó un arsenal de pruebas, incluyendo testimonios de 34 testigos, registros telefónicos y videos explícitos, para sustentar las graves acusaciones contra Combs, que incluyen sobornos, incendios provocados y secuestros, todos presuntamente orquestados para mantener su control y satisfacer sus deseos sexuales.
Por su parte, la defensa se limitó a presentar pruebas documentales en apenas media hora, sin convocar testigos ni permitir que Combs declarara; entre los señalamientos más contundentes están las denuncias de tres mujeres, incluyendo a Casandra “Cassie” Ventura, expareja del empresario, quien lo acusó de abusos sexuales, físicos y emocionales.
unque la demanda de Ventura se resolvió extrajudicialmente en 2023, las acusaciones han marcado el caso.
Combs, quien niega rotundamente los cargos y asegura que todas sus relaciones fueron consensuadas, enfrenta un futuro incierto. Los alegatos finales de ambas partes comenzarán este jueves, y se espera que el jurado inicie sus deliberaciones el próximo lunes.
De ser hallado culpable, el ícono del rap podría enfrentar una condena de cadena perpetua, un desenlace que marcaría un punto de inflexión en su carrera y en la industria del entretenimiento.
Con información de Nota de Prensa
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