16 de octubre de 2025

La realidad supera a la ficción: Implantes con metal líquido, una idea salida de «Terminator 2»

Las infecciones articulares periprotésicas afectan, aproximadamente, al 2 % de los pacientes que se someten a reemplazos articulares. Aunque este porcentaje pueda parecer bajo a primera vista, su impacto real es significativo, pues se traduce en decenas de miles de casos anuales en todo el mundo.

Solo en Estados Unidos, donde se realizan cerca de un millón de cirugías de este tipo cada año, estas infecciones representan un problema clínico importante, con severas consecuencias para la salud de los pacientes y costes asociados para los sistemas sanitarios.

Frente a este escenario, un equipo internacional liderado por investigadores de la Universidad Flinders, en Australia, presentó un avance que podría marcar un antes y un después en el ámbito de la medicina ortopédica: la creación de un material innovador para implantes que combina biocerámicas con nanopartículas de metal líquido. Este desarrollo, curiosamente, se encuentra inspirado en la icónica tecnología autorreparable del robot T-1000, de la película Terminator 2.

De acuerdo con el estudio, publicado en la revista «Advanced Functional Materials», se trata de “una solución prometedora para implantes ortopédicos avanzados” que tiene el potencial de transformar la medicina reconstructiva en los próximos años. Entre sus principales objetivos se encuentran prolongar la vida útil de las prótesis, fortalecer su integración con el hueso natural del paciente y, muy especialmente, prevenir la aparición de infecciones posteriores a la cirugía.

El documento destaca sus múltiples beneficios: “el recubrimiento incorpora nanopartículas de metal líquido de plata-galio incrustadas en hidroxiapatita, lo que ofrece propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias y osteoinductivas mejoradas”.

El autor principal de la investigación, Vi-Khanh Truong, detalló que las prótesis tratadas con este material no solo reducen significativamente la colonización bacteriana en los sitios de implante, sino que también promueven una integración ósea más rápida y saludable. Estos resultados confirman, según explicó, tanto su eficacia antibacteriana como su notable capacidad regenerativa.

El equipo australiano considera que esta tecnología podría representar un punto de inflexión en la fabricación de implantes ortopédicos, al ofrecer una alternativa más segura, duradera y con un riesgo considerablemente menor de complicaciones infecciosas. De generalizarse su uso, se espera que este avance contribuya a mejorar la calidad de vida de millones de pacientes en el futuro.

Con información de Nota de Prensa
Imagen ND

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