Las intensas precipitaciones que han azotado al estado Barinas han dejado a más de 1.200 familias damnificadas, principalmente en los municipios Bolívar, Sucre y Pedraza, ubicados en el piedemonte andino.
Las autoridades nacionales y regionales, lideradas por el gobernador Adán Chávez, han activado un operativo de emergencia para atender a las comunidades afectadas, con especial énfasis en las zonas de Altamira y Calderas, donde el colapso de vías ha generado serios problemas de comunicación.
El gobernador Chávez informó que, pese a las adversidades, se han habilitado rutas alternas para garantizar el acceso a las áreas afectadas, mientras se avanza en la reparación de dos puentes colgantes dañados por las lluvias.
“Ya prácticamente todas las vías principales, en lo que al estado Barinas se refiere, están activadas y las maquinarias siguen trabajando, pero también es cierto que, como las lluvias continúan, en algunos sectores continúan los deslizamientos”, destacó la autoridad regional.
En las zonas más golpeadas, como Calderas, las comunidades permanecen incomunicadas, lo que ha requerido un esfuerzo adicional para llevar ayuda. Según el balance oficial, entre 10 y 12 familias han perdido por completo sus viviendas, mientras que 70 planteles educativos registraron daños menores y ya están siendo atendidos para garantizar el retorno a clases de los estudiantes.
El Gobierno Bolivariano ha distribuido cerca de 4.000 combos de alimentos, que incluyen aproximadamente 6.000 toneladas de proteínas, para apoyar a las familias afectadas. Además, se ha asegurado el suministro de agua potable mediante cisternas y se han reforzado los servicios de salud en las zonas críticas.
Las autoridades mantienen un monitoreo constante y trabajan sin descanso para mitigar los efectos de las lluvias, reafirmando su compromiso con la protección y el bienestar de la población barinesa.
Con información de Nota de Prensa
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