Durante la apertura de la cumbre del Mercosur, el mandatario brasileño, Lula da Silva, expresó su profunda preocupación ante la posibilidad de una intervención armada de Estados Unidos en Venezuela, calificando dicho escenario como una catástrofe humanitaria sin precedentes para el hemisferio y un riesgo para el orden internacional.
Lula enfatizó que América Latina debe preservarse como una zona de paz, rechazando categóricamente la injerencia de potencias extranjeras que pongan en jaque la soberanía regional.
En su discurso, el presidente comparó la actual presencia militar extrarregional con las tensiones vividas durante la Guerra de las Malvinas, señalando que las amenazas reales para el continente son el crimen organizado y los movimientos antidemocráticos, no los conflictos bélicos impuestos desde fuera.
Esta postura surge en respuesta al despliegue naval estadounidense frente a las costas venezolanas iniciado en agosto, el cual Washington justifica bajo la operación “Lanza del Sur” para el combate al narcotráfico, pero que para el gobierno brasileño representa una preocupante escalada militar en la región.
Con información de VTV
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